lunes, 10 de abril de 2017

CISTOADENOMA Y TERATOMA


CISTOADENOMA


Tumor benigno formado por un gran quiste derivado del epitelio glandular ovárico y con secreciones en su interior.

El diagnóstico se realiza generalmente con la ecografía transvaginal practicada en la consulta ginecológica. Su imagen es la de una estructura circular sonoluscente ( negra ) bien delimitada, sin papilas ni gruesos tabiques en su interior.

Suele ser asintomática o producir molestias pélvicas.

No desaparece con el tratamiento de anovulatorios hormonales.

Macroscópicamente es un tumor de contenido líquido similar al suero, superficie lisa y vasos prominentes. El tamaño es variable, desde pocos centímetros hasta grandes masas con tabiques finos y a veces bilaterales.

Suelen ser asintomáticos y de crecimiento lento, por lo que habitualmente se diagnostican en el curso de una exploración ginecológica rutinaria. La intensidad de la clínica va a depender del tamaño, tipo histológico y de la aparición o no de complicaciones (dolor abdominal, aumento del perímetro abdominal, síntomas compresivos como disnea si es muy grande o síntomas por secreción hormonal).

Los pilares principales para el diagnóstico son: el examen pélvico, la ecografía transvaginal y otras pruebas de imagen y la determinación analítica de marcadores tumorales, aunque el diagnóstico de certeza será exclusivamente anatomopatológico (tras su extirpación).



TERATOMA



El teratoma es un tumor de origen embrionario formado por células germinales pluripotentes. Entre sus componentes podemos encontrar tejidos o componentes de órganos que provienen de las 3 capas germinales de un embrión que son el endodermo, mesodermo, ectodermo.
Los teratomas a veces pueden contener pelo, dientes, huesos, cartílagos, etc. que derivan de esas capas germinales y que dan un aspecto monstruoso a este tipo de tumor.

Tipos
Existen dos tipos principales de teratomas:

  • Teratoma maduro o benigno
Se presenta generalmente en mujeres en edad fértil y también se conoce con el nombre de quiste dermoide.
Estos tumores son de crecimiento lento, su tamaño medio se sitúa entre los 5 y los 15 cm, aunque pueden llegar a medir 45 cm. La mayoría de estos tumores o quistes son asintomáticos, aunque a veces se pueden presentar con dolor de pelvis y hemorragias vaginales anormales, metrorragias.

  • Teratoma inmaduro o maligno
Los teratomas inmaduros son poco frecuentes pero son potencialmente cancerosos. Por lo general, se presentan en niñas y jóvenes menores de 18 años.

Este tipo de tumor tiene un aspecto sólido, a veces necrosado y está compuesto de tejidos embrionarios inmaduros. Aún siendo pequeño, si se compone de tejidos inmaduros se debe considerar maligno.

Se distinguen diferentes grados según la gravedad y lo extendido que esté el tumor. Cuando el teratoma no se ha extendido más allá del ovario, su tratamiento consiste en la extirpación del propio ovario.
El pronóstico dependerá del tamaño del teratoma, de su localización, de lo extendido que esté y de la edad de la paciente.

Diagnóstico
  • Se realiza normalmente mediante ecografía abdominal o pelviana, donde se observa dentro del ovario un tejido de color más blanquecino. El aspecto ecográfico de estos tumores dependerá del tamaño, localización y calcificación que presenten, al igual que de la naturaleza de los tejidos que contenga.
  • En ocasiones, una resonancia magnética de la pelvis puede ayudar a realizar el diagnóstico, además del análisis de sangre para confirmar la presencia de la hormona beta-hCG.
  • Para confirmar el diagnóstico de malignidad de este tumor es necesario un análisis histológico, es decir, el análisis de los tejidos que lo componen.


Tratamiento
  • El tratamiento es la cirugía, en el caso de que sea un teratoma maligno la cirugía debe ir acompañada de quimioterapia.
  • En los casos de teratomas maduros la técnica menos invasiva es la laparoscopia.
  • En los casos de teratomas inmaduros se puede utilizar también la laparotomía.


Complicaciones
  • Entre las más frecuentes, una torsión del teratoma provocando una hemorragia cuando el tamaño de éste alcanza 10 cm o más.
  • Otra complicación sería la ruptura del tumor o quiste provocando una peritonitis crónica, infección, adhesiones y compresión de los órganos yuxtapuestos.
  • En el caso de teratomas malignos, su diseminación por todo el cuerpo puede complicar su extirpación y pronóstico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario